Con mucho pesar, nos unimos al dolor por la partida del P. Gustavo Gutiérrez, figura muy importante en nuestra Iglesia, con hondo compromiso con ella, y defensor incansable de la opción preferencial por los pobres.
Quien, en su amplia trayectoria pastoral, académica y de gran valor humano, ha publicado decenas de artículos académicos y de divulgación, y numerosos libros que fundamentan aspectos de la teología de la liberación. Además de haber sido reconocido, por muchas universidades e instituciones, a nivel mundial, como doctor honoris causa.
Su legado inspira una profunda reflexión sobre la justicia social, la lucha contra la pobreza y el papel de la fe en la transformación del mundo. Damos gracias a Dios por su vida y le rogamos que dé consuelo a sus seres queridos.
Compartimos las palabras de Mons. Carlos Castillo, Gran Canciller PUCP y Cardenal de Lima:
«En el día en que celebramos la canonización de Juan Pablo II, un Papa evangelizador y verdadero pastor, hemos tenido también el dolor y la alegría de haber vivido tantos años con el Padre Gustavo Gutiérrez, que ha pasado ahora a vivir en el Reino del Padre.
Este amigo nuestro, sacerdote peruano, acompañó a la Iglesia durante toda su vida, siendo fiel en los momentos más difíciles, recordándonos siempre que el verdadero pastor debe cuidar de sus ovejas, especialmente, de los pobres. Su aporte abrió el camino a la esperanza liberadora de los pobres y los pequeños, la esperanza liberadora que Jesucristo abre a toda la humanidad (...).
Agradecemos a Dios por haber tenido un sacerdote, teólogo, fiel, que nunca pensó en el dinero, ni en los lujos, ni en nada que se pareciera a creerse superior. Pequeño, como era él, supo, con su pequeñez, anunciarnos el Evangelio con fuerza y ánimo.»
Hasta siempre, P. Gustavo.